El sitio más remoto del planeta

Me desperté con un rayo de sol acariciando mis ojos, miré hacia fuera, y el paisaje era maravilloso, la naturaleza siempre lo es.
Salí al porche medio desnuda, me senté y estuve contemplando aquellas preciosas vistas durante un largo tiempo, aquella vegetación tan verde, y esas flores tan coloridas te transmitían felicidad, los grandes árboles fuerza, y los pequeños animales invisibles te hacían sentir en un mundo imaginario, todo era tan bonito, tan perfecto, indescriptiblemente asombroso, pero algo estropeó aquel momento, y como no, eran mis pensamientos.
Al ser tan temprano mis manos empezaron a helarse y los dedos de mis pies eran cubitos de hielo cuando me percaté de ello, corrieron por mi cabeza pensamientos acerca de ti, de si ojalá estuvieras allí, dandome calor, y derritiendo mis cubitos de hielo, hubiera sido lo siguiente a lo perfecto, 2 bonitas vistas que enamoran.
Me sentí triste, al sentir el viento enfriarme y al no poder abrazarme a nadie, entré, cogí una manta, salí y me rodee con ella e imaginé que eran tus brazos para consolarme un poco, mas o menos arreglé el "problema" pero habría sido hermoso que tu hubieras estado allí, aunque con el simple hecho de haber despertado a tu lado, no habría podido apreciar ese maravilloso paisaje, ya que mis ojos se hubieran quedado clavados en ti.
Ahora que lo pienso, estuvo bien que no estuvieras allí pero estuvo peor el no haber podido compartir aquello contigo ni haber disfrutado de ti aprovechando cada segundo.